ADOLESCENCIA: MÁS ALLÁ DEL CRIMEN
Querido coachee, ¿ya viste la miniserie? Está muy buena… 'Adolescencia' no es solo un thriller británico sobre un crimen cometido por un menor de edad. Es una exploración profunda de las heridas invisibles, de los sistemas que fallan, de la presión social y de las narrativas impuestas. No hay respuestas fáciles, pero sí preguntas necesarias. Y de esas preguntas, podemos extraer lecciones valiosas. Mira…
1. LA MASCULINIDAD COMO CÁRCEL EMOCIONAL
Jamie no creció en un hogar donde el maltrato físico fuera la norma. Pero sí en uno donde las emociones no tenían espacio. Un hogar donde “ser hombre” significaba ser fuerte, aguantar, no llorar. Donde la vulnerabilidad era una amenaza. Esta idea de masculinidad rígida y no cuestionada moldea la forma en que un joven se percibe a sí mismo y al mundo. Cuando las emociones no pueden expresarse, terminan deformándose, reprimiéndose o explotando de formas inesperadas. La violencia muchas veces no nace del odio, sino de una incapacidad para gestionar el dolor.
2. EL CIBERACOSO ES REAL, Y SUS EFECTOS TAMBIÉN
Para muchos adultos, el acoso en redes sigue viéndose como un “problema menor” o un simple “drama escolar”. Pero no lo es. La serie lo muestra con claridad: las palabras tienen peso, las burlas dejan marcas, la exclusión duele. Y cuando no hay un sistema de contención —un hogar que escuche, una escuela que actúe, una red de apoyo—, las consecuencias pueden ser devastadoras. No basta con decirle a un adolescente que “no haga caso” o que “ignore los comentarios”. La salud mental no funciona así.
3. INTERNET PUEDE SER REFUGIO... O TRAMPA
Cuando alguien se siente solo, herido, sin un lugar donde pertenecer, internet siempre está ahí para ofrecerle una comunidad. Pero no todas esas comunidades sanan. En la serie, vemos cómo Jamie es atraído por espacios en línea que alimentan su rabia, que le dan un discurso, una razón para su dolor. Comunidades misóginas, grupos extremistas, espacios de odio disfrazados de apoyo. Y aquí hay una verdad incómoda: el algoritmo no discrimina entre ayuda y radicalización. Atrae a las personas hacia lo que más consumen, sin importar si eso las está sanando o destruyendo.
4. NO HAY VILLANOS PLANOS
Jamie no es un monstruo. Katie no es solo una víctima. Y los adultos alrededor no son simplemente testigos pasivos. La serie no busca justificar la violencia, pero sí entenderla. Porque solo entendiendo podemos prevenir. La violencia rara vez nace de la nada. Siempre hay contexto, historia, heridas acumuladas. Mirar con detenimiento no es justificar, es buscar soluciones antes de que sea demasiado tarde.
5. LA SOLEDAD EMOCIONAL EN LA ADOLESCENCIA ES PELIGROSA
Los adolescentes pueden estar rodeados de gente y aun así sentirse completamente solos. La falta de un espacio seguro donde puedan hablar de sus miedos, frustraciones y emociones puede llevarlos a refugiarse en lugares que no siempre son sanos. Escuchar y validar sus emociones es clave para evitar que busquen respuestas en lugares equivocados.
6. LA RESPONSABILIDAD COMPARTIDA DE LOS ADULTOS
En la serie, vemos cómo los adultos alrededor de Jamie y Katie fallan en distintos niveles. Padres ausentes, docentes indiferentes, sistemas ineficientes. No se trata de culpar a un solo factor, sino de entender que la prevención requiere el compromiso de toda la sociedad. La educación emocional debería ser una prioridad, tanto en casa como en la escuela.
7. LA IMPORTANCIA DE HABLAR DE SALUD MENTAL SIN TABÚES
Aún existe un estigma sobre la salud mental, especialmente en los adolescentes. Pedir ayuda sigue viéndose como un signo de debilidad, y eso impide que muchos jóvenes expresen lo que realmente sienten. La serie nos recuerda que el silencio puede ser tan peligroso como la violencia misma. Normalizar la terapia, el diálogo abierto y el apoyo emocional puede marcar la diferencia en muchas vidas.
8. NO TODOS LOS FINALES TIENEN REDENCIÓN
En muchas historias, el protagonista encuentra una segunda oportunidad. Aprende la lección, cambia, se redime. Pero la vida real no siempre es así. Y 'Adolescencia' nos obliga a mirar de frente esa realidad. No todas las historias tienen un final justo. No todas las heridas sanan a tiempo. Y tal vez la pregunta más dura que nos deja la serie es: ¿pudo haberse evitado?
Es una pregunta incómoda. Pero necesaria. Porque cada vez que entendemos, cada vez que miramos más allá de la superficie, cada vez que aprendemos algo de historias como esta, damos un paso más hacia la prevención. Y en eso, tal vez, haya esperanza.
Querido coachee, creo que esta serie nos da una importante oportunidad de analizarse uno mismo primero, y como nuestros pensamientos, creencias, acciones e inacciones están afectando a nestro entorno.
Te mando un fuerte abrazo,
Coach Eduardo.